28 de septiembre de 2010

Cincuenta

Con el motivo de celebrar la quincuagésima (linda palabra sacada de wikipedia) entrada de mi blog, he aquí una lista de reflexiones relacionadas con el número cincuenta:

1. Qué fea es la moneda de $50. Fea la forma y repetido el personaje.

2. Me gusta la expresión fifty-fifty. Pero no su significado, siempre. Como algunas veces he dicho (no sé si aquí) prefiero compartir que repartir.

3. Cuando dos personas llevan cincuenta años casados, se celebran bodas de oro. Es curioso porque el oro igual es un metal que se rompe fácilmente.Yo le habría puesto el nombre de un metal más resistente, aludiendo a la indestructibilidad del matrimonio mismo. Acero, por ejemplo. Bodas de acero.

4. Yo no sé cómo decirles a las personas de esa edad porque, ahora a los cincuenta no se es anciano. Aunque tampoco es como si fueran los nuevos veinte, de modo que un cincuentañero no es un hermano- perro-socio-cabro. En fin, siempre me ha cargado eso del "usted".

5. Una vez mi mamá me contó de un compañero de trabajo de ella que calzaba cincuenta. Tenía que mandar a hacer sus zapatos a medida.

6. No me gusta 50 cent. Siempre tiene cara de enojado.

7. Poca gente usa "50 minutos" como aproximación de duración de algo. Las personas dicen media hora, cinco, diez, quince, veinte, cuarenta, cuarenta y cinco minutos. O una hora entera. No es muy usal oír de alguien "mmm...como en cincuenta minutos estoy allá".

8. Una lista de algunos dulces que antes costaban cincuenta: batón, chubi, bon-o-bon, calugón pelayo, tuyo.

9. Hay harta gente indie/alternativa/retro que gusta mucho de los años cincuenta. Me pregunto si en el futuro los habrán obsesionados con nuestra década.

10. Cuando partí esta entrada, me dije a mí misma: ¡haré una lista con cincuenta cosas!. Pero llegando al diez, me doy cuenta de que no será posible. Se me ha acabado la imaginación con respecto a este número, pero bueno, diez por cinco es cincuenta, así que sólo multipliquemos esta lista por cinco.

Feliz cincuenta entradas, Sinerrordescritura. Y gracias a los que me leen y hacen que me encante más escribir!

¿y si...?

Hay días que salen hermosos sin que uno los haya planeado de esa forma. También por el contrario, días horribles que no debían haber sido así.
Es cuando comienza el molesto "¿y si ...?". Claro, generalmente se presenta en situaciones negativas, pero también es inevitable, cuando algo bueno nace muy, y digo MUY espontáneamente: "ooooh...¿y te imaginas si no hubiéramos hecho tal o cual cosa?
Por un lado, es típico consejo de libro de autoayuda el dejar que las cosas fluyan, sin cuestionarse el pasado porque, claro, es sólo pasado y ya nada se puede cambiar. Sin embargo, soy una convencida de que si los problemas que tratan estos libros no fueran masivos y genéricos, no se escribirían. Y he aquí el punto: existe un morbo generalizado en los humanos, un deleite en el acto de aplicar los condicionales en su vida. Como preguntar el precio de algo que ya compramos en otra parte. O esa sensación casi orgásmica de saber que todo lo que hiciste estuvo bien, pero no lo sabías en ese momento, pues, sin darte cuenta, se fueron entretejiendo las cosas hasta resultar algo estupendo.
Pero no lo estoy criticando, todo lo contrario, hasta podría decirse que me considero parte de ello.
Aún así, siempre intentamos explicar los hechos con algo más allá de la mera acción-consecuencia de los seres humanos, de ahí tanta creencia entre la gente. Que el destino. Que el karma. Que la ley de atracción. Que...qué se yo.

Pero siempre agradezco un día hermoso que no fue planeado. Y me gusta repasarlo en mi mente pensando en qué hice para que sucediera.

23 de septiembre de 2010

Por qué lloro de sueño


No sé si a alguien más le pasa, pero cuando tengo sueño y bostezo me salen lágrimas de los ojos. Hartas lágrimas, como si estuviera llorando.

Es trágico, porque a mí me gusta un poco la sensación de tener sueño, no así la de llorar. Contradictorio, como muchas otras rarezas del ser humano.

Quizá mi cuerpo llora por una cama, por un ligero dormitar, nada mas...tal vez.

Me siento falsa, como los cocodrilos, que lloran cuando abren la boca para comer. O como las risas grabadas de las series de televisión. Mis lágrimas son de mentira, tan de mentira como una escena de acción de Matrix. Igual no suena muy lógico el que alguien responda a la pregunta "¿Por qué lloras?" con "Es que tengo sueño". Podría interpretarse como un sufrimiento ante esa sensación...como si fuera un martirio querer dormir -a veces lo es.

¿Qué tiene de malo tener sueño?, le digo a mi subconsciente, que le ordena a mis ojos lloverse ante esa condición.

Bueno, tras pensarlo arduamente mientras escribía esta entrada llegué a la conclusión de que cada ente tiene su propia manera de auto advertirse sobre las cosas que ocurren en su cuerpo. Por ejemplo, cuando tenemos hambre "ruge la tripa" (qué expresión más fea). Y así como hay quienes se ponen malhumorados, sus párpados caen sin poder hacer nada y otras cosas más, frente al sueño, yo lloro.

Botado

Hay etapas en la vida donde uno deja botadas ciertas cosas. Como yo, que dejé botado dos meses mi blog para irme en un viaje de iluminación interior al Tíbet. O no.
La verdad es que hice de lado el computador entero, porque el cable de la batería está malo y es una real lata tener que encontrar la posición perfecta, con el balance ideal y la estabilidad necesaria cada vez que quiero prenderlo. Así que, sin yo proponérmelo, mi computador y todo lo que se le relaciona quedaron tristemente olvidados en un rincón de mi pieza. Esto no significa que no tuve contacto con el mundo cibernético durante todo ese tiempo, ya que la vida nos ofrece siempre otras alternativas. Sin embargo, de una u otra manera, esto de la laguna en sinerrordescritura tuvo que ser.
Ahora estoy decidida a volver a escribir aquí, quizá no con tanta frecuencia, pero lo haré.