22 de abril de 2010

Mala memoria

No me refiero al olvidarse de cosas que había que hacer. Sino más a cómo se sentía algo.

Me pasaba cuando chica que cuando era verano, había momentos en que el calor era tan agobiante que deseaba mucho que volviera el invierno. Y cuando éste llegaba, lo pasaba tan mal con el frío que quería la estación soleada de regreso.

Entonces me empecé a cuestionar esto de la mala memoria. ¿cómo podía, en tres meses, olvidar que me cargaba el calor en exceso a tal punto de desearlo?
¿cómo podía desear estar resfriada, sólo para faltar al colegio, cuando al momento de padecer la gripe tan esperada, lo único que quería era sanarme?

Mala memoria!

La inconsecuencia tiene que ver un poco con eso. Tenemos la memoria frágil, a tal punto de olvidar a veces lo que hemos dicho o hecho antes con tanta seguridad.

Como la procrastinación, de la que escribí alguna vez. Porque siempre que viene una prueba pienso "para qué voy a estudiar tan anticipadamente...mejor estudio después" y cuando son las dos de la mañana del día anterior a la prueba, me diga mi misma "que mal.Debería haber estudiado antes. La próxima vez lo haré. Lo prometo". Y ya ven, llevo casi una década prometiendo y olvidando lo mismo. Como los políticos. Como los curas. Como la publicidad.

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