

Sus amigos y familiares conocían su sabiduría y todos habían comprobado que hasta la palabra más rebuscada, ella la conocía.
Los niños buscaban términos complicados en los libros científicos y las anotaban en papelitos que luego llevaban hasta su casa para desafiarla. Y ella siempre sabía el significado. Siempre.

Un día estando ella en su casa, leyendo un artículo titulado "la importante relación entre el calzado de una persona y la dureza de sus uñas", llamó alguien a su puerta. Era un hombre alto y delgado, de cabello cano y postura encorvada. Le dijo que quería comprar su sabiduría.
-¿A qué se refiere?- Respondió ella, usando una de las expresiones que más le disgustaban en las novelas, junto con "lo siento, no hay nada que pueda hacer", que en su correcto lenguaje, carecía de sentido debido a la doble negación.

-Deseo comprar su sabiduría-respondió el hombre - Yo le pagaré lo que usted considere justo, a cambio recibo su erudición de letras.
Se lo pensó durante días. De verdad le vendría de maravilla el dinero. Podría pagar sus deudas, viajar, conocer otras culturas, comprar libros...¡Comprar libros!

Pero asi como lo había aprendido una vez, podía hacerlo de nuevo, se decía.
Se acabaría el placer de saborear cada palabra de las definiciones que les daba a los niños ante sus pruebas.
Ya no sería más un diccionario andante.

Finalmente, el capitalismo fue más fuerte y accedió a la oferta. Pero lo que el hombre no sabía era que la mujer había sido cauta: hizo una copia de su conocimiento antes de venderlo. Una copia que sacaría apenas tuviera el dinero en las manos.

Cuando el hombre se fue, dejándola millonaria y carente desabiduría, ella se dirigió al armario donde cuidadosamente había dejado sus conocimientos la noche anterior, pero cuando abrió la puerta, se encontró con que éstos no estaban.
Entonces se dio cuenta de su error: no sólo había vendido su sabiduría, sino la oportunidad de recuperarla, pues no hay conocmiento como el auténtico y cualquier imitación es efímera e inservible.
Entonces se dio cuenta también de que ella a su vez, desaparecía, pues no quedaba nada de su esencia sin sus queridas letras.

Y se fue
Hermosos dibujos hechos por Marifer (:
¡Lindo trabajo en conjunto!